martes, 4 de marzo de 2014

Niños con necesidades especiales

Cuando adoptamos todo empieza por un montón de papeles. Recuerdo uno de ellos en concreto que fue para mi el más difícil de rellenar de todos. Era el que se refería al tipo de adopción que nos sentíamos capacitados para emprender. En ese documento se nos iban preguntando nuestras preferencias: sexo, edad, necesidades especiales...
La edad la marcaba la nuestra propia. El sexo no era conveniente especificarlo. Y en cuanto a las necesidades especiales de los menores, teníamos que decidir si nos sentíamos capaces de ser padres de un niño o niña que las tuviera.
Te instaban a reflexionar profundamente antes de decidir marcar la casilla. Te hacían pensar en tu soporte social, en la adaptabilidad de tu casa, en el entorno sociosanitario, en los centros de educación especial que tenías alrededor,en tus herramientas como educador, en tu entorno familiar y afectivo, en tu capacidad económica...
Y la mayoría marcamos la casilla de niños sin dificultades especiales.
Y sin embargo, la realidad es que los niños adoptados, por su particular e inevitable historia, son niños con dificultades especiales. Y no me refiero a los casos en que además se suman problemas de salud, lesiones cerebrales o cualquier otra causa fisica.   El abandono, que puede haberse iniciado incluso en el útero, con una desatención durante el embarazo, deja grietas en su desarrollo de forma insidiosa.
Tener un hijo con dificultades no es una posibilidad exclusiva del hecho adoptivo. Es una posibilidad real cada vez que un niño llega al mundo. Una lotería que los padres jugamos cada vez que queremos tener un hijo. Tanto por la vía adoptiva como por la biológica. Y nadie emprende un embarazo deseando tener un hijo con problemas. Claro que hay embarazos normales y embarazos de riesgo. Y la adopción es un proceso de riesgo.

Los padres asumimos y tiramos para adelante. La vida es así. Y si nos dan limones, pues ¡ala!, a inflarnos de limonada. También es cierto que en la adopción entrán en juego otros factores que no se dan en un embarazo a la hora de asumir necesidades especiales. La principal: que esos niños ya existen y necesitan desesperadamente un hogar. Digo esto porque sienta la diferencia  la hora de aceptar sus circunstancias. Un niño no es un proyecto posible. Es una realidad expectante.

Pero hoy no iba a hablar de eso. Me gustaría centrar el tema en la visión de la adopción que los profesionales permiten e incluso fomentan en los padres adoptantes. La visión de que la adopción es una forma alternativa pero idéntica de tener un hijo. Y no es cierto. Es un proceso totalmente distinto en el que unos desconocidos se convierten en padres de un niño que ya existe, ya ha sufrido y ya tiene su propia historia. Nada que ver.

Adoptar es algo maravilloso. Una decisión que hace que la magia del amor se despliegue con toda su fuerza y convierte a un grupo de personas diferentes y separadas en una unidad familiar, con toda su fuerza, su magnificencia y también, su debilidad y sus íntimas miserias. No es lo mismo que parir, no. Es otra cosa. Diferente e incomparable por ello.

Lo que si es sin duda igual es el amor que cuando las familias están constituídas fluye. El amor que esos hijos llegados a nosotras desde fuera de nuestro cuerpo hacen crecer en nosotras día a día. Yo contemplé el proceso en el que mi pequeña pasaba de ser la recién llegada, compitiendo por el torrente imparable de amor en el que nos arrastraba mi hijo mayor, a convertirse en la maravillosa niña de mis ojos. Por la que entrego mis días peleando en pos de una vida mejor para ella. La que cada día me parece más guapa, más graciosa..la que ya me tiene totalmente entregada a pesar de todos los problemas.
Pero al margen de todo eso, lo que yo me pregunto repetidamente es en dónde quedan todos aquellos profesionales que nos asesoraron, llevaron el expediente y auditaron como padres durante tantos meses antes de llegar a la realidad de nuestros hijos cuando por fin las familias son una realidad. Ellos sí saben de problemas derivados de la institucionalización. Sí saben de adopciones fallidas. Sí saben de secuelas graves y no tan graves. ¿Cuál es su postura ante todo este capital de necesidades especiales infantiles y familiares?

¿Porqué entonces no existe un soporte real que dé respaldo a la integración de estos niños en sus famillias, en sus escuelas, en sus nuevas vidas? 

Normalmente la presencia de Asuntos Sociales en la vida de las familias adoptantes es meramente un trámite burocrático invasivo, disarmónico y a veces incluso, abusivo. Los padres no se sienten en un foro acogedor en el que revelar sus dudas y miedos, en el que pedir ayuda. Sienten la permanente amenaza de una revisión de su paternidad. Es la sensación que la administración puede estar orgullosa de haber creado en las familias sometidas a los seguimientos tal y como se realizan hoy en día. 

Sin embargo yo creo firmemente en que hay otra manera de hacer las cosas. El personal implicado en las áreas de adopción en España sabe mucho de dificultades. De la misma forma que los mecanismos de control de las adopciones giran implacables en interés del menor, los seguimientos deberían seguir haciéndolo. Pero de verdad, no con un fin recaudatorio o simplemente para cumplir un trámite sin sentido. Y, desde luego, no de la forma indiscreta y desasosegante que llevan a cabo ahora. Los niños no necesitan una administración amenazadora sino colaboradora, que cree caminos reales de apoyo y ayuda. Cuando los niños llegan a las familias debería existir un cauce real en el que recibir soporte efectivo. Grupos de juego en los que especialistas acogieran a los niños, de la misma manera que en los grupos de psicología terapeútica que después los padres tenemos que localizar por nuestra cuenta. Reuniones de padres con un psicólogo de apoyo que de forma rutinaria ofrecieran empatía y orientación, poniendo las experiencias en común, avanzando acompañados en el proceso a veces difícil de convertirse en familia. Nichos de desarrollo en común que existieran de forma rutinaria y no supusieran para las familias el reconocimiento de algo negativo, sino la aceptación de que nuestros niños realmente tienen necesidades especiales que a veces necesitan, como decía en el post anterior, algo más que amor.

Si mientras nos ahogábamos en un mar de papeles, en esa espera en la que en el mejor de los casos nos ofrecían cursos de preparación de dudosa eficacia, nos hubieran informado de forma realista y sincera de las necesidades reales que nuestros hijos tendrían, las cosas podrían haber funcionado diferente. Imaginaos un mundo ideal en el que antes de adoptar nos informasen de las necesidades especiales de nuestros futuros hijos: los problemas de formación del vínculo tan comunes, los comportamientos obsesivos,  la necesidad patológica de control o de atención, los problemas de aprendizaje o comportamiento, etoc, etc, como algo normal y no excepcional, algo que necesita una atención especifica desde el principio; no creando la impresión de que la posibilidad de que esto ocurra es remota y sobre todo, no dejando a los futuros padres creer que dependerá de ellos y de su buen hacer o de su capacidad o valía, el  que no haya problemas o que estos se solucionen rápidamente.  Si se nos hubiese planteado la realidad y ofrecido los soportes para tratar de paliar de forma precoz estos problemas de forma normalizada...¿no sería todo más sencillo? Seguramente no nos costaría tanto hacer los dichosos seguimientos.

No todas las familias poseen los recursos necesarios para detectar y ofrecer soluciones a los problemas. Algunas ni saben de dónde proceden ni imaginan dónde acudir con lo que pueden parecer simples problemas educativos o de crianza, eso sí, más complicados de lo normal. Es más, diría que muchas damos tumbos sin dirección durante mucho tiempo antes de encontrar algún apoyo. Si desde que los niños llegan pudieran contar con la ayuda, quizá no habría tantos casos de adopciones fallidas.

Y os aseguro que los hay. Demasiados. Conocí el caso de un niño de ocho años adoptado de bebé. Después de tantos años en casa fué devuelto a Asuntos Sociales. Y en el momento de separarse se volvió a su padre: "y si no me querías ¿porqué me trajiste?". Yo me pregunto algo más. ¿Si hubieran tenido una ayuda eficaz, habrían llegado a ese terrible final? Y aún más allá pregunto yo también: si las autoridades no están dispuestas a brindar el soporte imprescindible para que esto no ocurra ¿porqué permiten que vengan? ¿porqué preguntan cómo nos va?

9 comentarios:

Ana dijo...

Aialmar, tengo que reconocer que en nuestro caso los técnicos de Servicios Sociales se portaron siempre bien con nosotros y nos dieron muchísima información siempre que se lo pedimos. No puedo decir lo mismo del equipo de formación y evaluación que en mi comunidad es de una empresa privada, como bien dices en el curso no aprendimos mucho.
Conozco muchos casos de familias que se leen un par de libros de la lista que recomiendan en el curso, justo antes de las entrevistas y listo. No hacen más formación, ni antes ni después de la asignación.
Para mí es una temeridad, y por supuesto que si esa formación viniera de la administración ya creería en los milagros, al igual que la ayuda postadopción que brilla por su ausencia.
En este camino los padres estamos muy solos, menos mal que nos ayudamos unos a otros como bien podemos.
Gracias por esta magnífica entrada. un abrazo.

Anónimo dijo...

Te acabo de descubrir y me ha encantado lo poco que he leído, lo bien que escribes y lo bien que reflejas lo que sientes. Le pones palabras a mis propias emociones. Soy madre biológica de una niña de 3 años, y desde hace 8 meses, madre adoptiva de un niño de dos.
¿Podría hacerte una petición? El fondo azul y la letra negra de tu blog hace que me cueste mucho leerte. Desde el respeto a la identidad de tu espacio ¿Lo podrías cambiar? Me encantaría leer tu blog entero.
Cristina

aialmar dijo...

Hola Ana:

Me encantará que visites mi blog y te quedes como amiga.
Lo que me dices del diseño debe ser un problema de tu pantalla porque los post van sobre fondo blanco con letra negra tratando de que se lea bien.
¿Le pasa a alguien más? Yo en mi equipo lo veo así, blanco y negro pero si veis que no es así y me lo decís miraré qué ocurre.
Gracias Ana.

Anónimo dijo...

!!!!!hola!! me ha encantado tu blog. te recuerdo del foro de las adopciones en Kaz. yo un tengo un niño que ahora va a cumplir 5 años y vino con 18 meses. te entiendo perfectisimamente. me gustaria ponerme en contacto contigo por privado.
un saludo.

Anónimo dijo...

ah me olvidaba yo tambien lo veo con el fondo azul y es complicado de leer.

aialmar dijo...

Hola Anónimo:

Claro, me encantará contactar contigo. Pero no tengo ningún dato tuyo. Si me dejas tu mail te escribo. Como antes de ser publicados entran en mi correo no será necesario que lo cuelgue en el blog, con lo que tu intimidad quedaría a salvo. :-)

Meritxell Pomar dijo...

Hola Aialmar, me ha encantado leer tu post. Estoy totalmente de acuerdo en la laguna profesional de la postadopción. Poco a poco la administración se está dando cuenta de la importancia del apoyo especializado y profesional que se requiere en el maravilloso mundo de la adopción. Pero de momento, la poca ayuda existente sigue siendo desde los servicios privados y no todas las familias son conocedoras de ellos. Personalmente, te escribo desde Barcelona, soy terapeuta familiar y profesional de adopciones nacionales con necesidades especiales desde hace 7 años. Durante mi trabajo con familias he procurado dar lo máximo para preparar la llegada de estos niños a las familias que SÍ habían marcado la casilla de necesidades especiales y habían reflexionado profundamente sobre ello. Mi experiencia es fantástica, aunque después de comprobar las dificultades con las que se encuentran los niños y las familias he decidido dedicar mis esfuerzos a la postadopción. Espero que algún día lo pueda hacer desde la misma administración que, por ahora, no invierte lo suficiente.
Muchas gracias por compartir tu experiencia!!
www.postadopcio.blogspot.com

aialmar dijo...

Hola:

No sé qué hacer con el tema del fondo azul que me comentáis. En teoría la plantilla va sobre fondo blanco y así es como yo la veo. Si alguien más la ve azul decídmelo porque no sé de qué problema se trata!

Jusemi dijo...

Hola me encanta leer tu post...estoy totalmente de acuerdo...tal parece que solo les interesa saber todo de tu vida, es increible la forma en la que te evaluan. Me encuentro por fin en el proceso juridico para hacer oficial que mi hijo es mio...siempre me senti invadida, la forma en la que me cuestionaban todo, la forma en la que te ingresan la la camara de Gessell y evaluan por 5 meses como eres con tu "hijo" ...en fin ahora por fin estoy en casa con mi peque...y estoy totalmente de acuerdo que deberian de dedicar mas tiempo a asesorarte en las necesidades especiales de nuestros hijos